De trompetas y clarines

Estas crónicas castellanas recogen buena parte de las andanzas de Francis Chapelet por este país entre los años 60 y finales del siglo XX, describiendo vicisitudes, anécdotas y aventuras vividas por una de las personas que en mayor medida contribuyó a la recuperación del órgano ibérico en una época en la que la mayoría de los instrumentos habían dejado de sonar.
El presente libro es una crónica vívida y lúcida del desarrollo de España, visto desde la óptica particular del mundo del órgano, de los organistas, de los organeros y del clero, en la que el autor recorre los lugares más emblemáticos de nuestra patrimonio e historia, así como numerosas poblaciones de la llamada España vaciada, en busca de instrumentos a los que devolver a la vida, en las que descubre joyas como las de la Tierra de Campos palentina, la provincia burgalesa o la comarca albaceteña de Liétor.
Estos recuerdos, escritos entre 1975 y 1981, permiten descubrir el talento de un cronista de escritura vivaz y colorista, su carácter de músico apasionado, su humor sarcástico y su profundo amor por España, a la que considera su segunda patria. La descripción de nuestros paisajes muestra una prosa vigorosa y pintoresca, que sorprende por su riqueza y nos acerca una faceta desconocida de su autor. También nos ofrece una mirada lúcida y distante sobre algunos rasgos de nuestra idiosincrasia que ponen ante nuestros ojos la verdadera realidad del carácter español, con sus virtudes y con sus defectos.

Francis Chapelet (nacido en Argelia en 1933) está considerado como una de las grandes personalidades del órgano a nivel internacional, con una proyección y discografía (más de un centenar de grabaciones) muy destacadas. Es probablemente el artista que ha otorgado mayor difusión al órgano ibérico a nivel mundial.
Estudió órgano en la escuela César Franck bajo la dirección de Édouard Souberbielle. Posteriormente estudió en el Conservatorio Nacional Superior de Música de París, donde en el año 1961 obtuvo primeros premios en armonía (con Maurice Duruflé), órgano e improvisación (con Rolande Falcinelli).
En 1964, fue nombrado copropietario del órgano de la iglesia de Saint-Séverin de París, cargo que ocupó durante más de veinte años. También fue organista honorario de San Giovanni dei Fiorentini en Roma. Creó el aula de órgano en el Conservatorio de Burdeos, de la que fue responsable hasta 1996.